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Por Iñaki Urdanibia.

Al hablar de las posturas de Charles Fourier, presentadas por René Schérer, resulta inevitable, al menos para el que esto escribe referirse, por simple asociación de ideas, y de prácticas, a tres asuntos: a la propia educación, a la figura de Charles Fourier y sus teorías y a la de René Schérer.

Cualquiera que haya tenido una relación directa, en especial como agente y hasta tal vez como paciente, con el proceso educativo, al menos a ciertos niveles, podrá constatar el espíritu domesticador que domina en cantidad de profesores que más que educadores o maestros se convierten en domadores que tratan de poner en ordenadas filas a los alumnos; aquello de fomentar la autonomía de los educandos, haciendo que se creen opiniones propias y aumente su espíritu crítico queda para los boletines oficiales de la cosa, la práctica dista pueblos enteros de tan piadosas proclamas hasta el punto de que para algunos profesores las llamadas juntas de evaluación parecen ser juntas de demolición para cualquier alumno que no siga a pie juntillas la norma y la disciplina requerida para la buena marcha de la cosa, regulada por la autoridad , se supone que, competente. Lo que al fin y al cabo se persigue, en la práctica, es crear zoquetes para la producción y seres obedientes con la sociedad bienpensante, de modo y manera que en vez de dar pistas sobre cómo enfocar el estudio y la profundización de los temas, se empuja a aprenderse el panteón o las reglas a seguir-según las asignaturas- poniendo el acento en la puntualidad, en el modo supuestamente adecuado de comportarse, en el silencio debido para escuchar las soflamas de listo de turno, etc.; todo sea por el bien del principio de reproducción social Si lo que digo es cierto, cuanto más lo es en tiempos de resaca- de rétour à l´ordre– tras las alegrías sesenteras., con sus experimentaciones y tonos libertarios, su proclamada bidireccionalidad que mantenía que las enseñanzas iban en las dos direcciones ( de abajo arriba y viceversa), sus posturas de negar la memorización pura y simple, para dar cabida a un aprender a aprender, abriendo camino para el ejercicio del pensar, y buscar los textos y vías para hacerlo ampliando la visión, tal vez mejor las visiones, de las cuestiones tratadas.

¿ Fourier pedagogo?

« Etimológicamente la utopía designa la desterritorialización absoluta, mas siempre en el punto crítico en el que ésta conecta con el medio relativo presente, y sobre todo con las fuerzas asfixiadas en ese medio »

( Gilles Deleuze )

« Desvelamiento o conocimiento de lo real desembarazado de los mitos y territorializaciones que lo recubren »

( René Schérer )

« Las manifestaciones de Fourier acerca de la educación…son , con mucho, lo mejor que existe en su género y en ellas se contienen las observaciones más geniales »

( Karl Marx y Friedrich Engels )

Quien fuera considerado por unos como formando parte de los socialistas utópicos, no se consideraba utópico ya que en cierto sentido se tenía por un científico de la sociedad a la altura del mismo Newton (si en el descubrimiento de éste jugó un papel una manzana, en el caso del francés lo jugó igualmente, ya que fue una manzana cobrada con notable exageración es lo que le llevó-según su propia confesión- a cerciorarse de que las cosas no iban bien en este mundo regido por los negocios), con una diferencia sustancial subrayada por él: que si los defensores de las ciencias inciertas y otras zarandajas utópicas ponían por encima de todo la razón que era la que debería guiar las propuestas prácticas de cara a la construcción de la sociedad ideal futura, él defendía que no era la razón sino la pasión la que decidía el curso de los destinos humanos (precedente de las teorías psicoanalíticas de Freud), y no pensaba en el futuro sino que pensaba que era cosa de comenzar la construcción armoniosa desde ya…

La visión de los temas educativos por parte de nuestro hombre pueden ser ahora conocidos por medio la publicación de una acertada antología de sus textos-digamos que-pedagógicos. « ¿Cómo educar para la libertad y la felicidad ? », prologado por René Schérer y editado por Errata Naturae. Una cita que no es suya, pero que bien podría serlo , marca el tono , al menos en algunos aspectos de la embestida fourierista frente al estado de cosas en el campo de la educación : «¡ Comerciantes de griego!¡comerciantes de latín ¡, ¡ pedantes!¡dogos!/ ¡ Filisteos! ¡magisters! ¡os odio, pedagogos!/ Pues, en vuestro grave aplomo, infalible, aturdido, / ¡Negáis lo ideal, la gracia y la belleza!/ ¡ ^Pues vuestros textos, vuestras leyes, vuestras reglas son fósiles!/ ¡ Pues, con el aire profundo, sois imbéciles! / ¡Pues esenñáis todo e ignoráis todo!/ ¡ Pues sois malos y hasta malvados! …/…» (La cita es de Víctor Hugo: A propos d´Horace, les Contemplations, livre I ).

Si en la visión general de la sociedad, Fourier daba-como queda dicho. esencial importancia a las pasiones, no podía ser de otro modo en lo que hace a la educación de los pequeños, futuros componentes de los falansterios de Armonía. Buscar la atracción pasional era la clave del éxito de cualquier proceso educativo que se preciase; para ello era necesario desarrollar las pasiones y buscar los métodos para hacerlo (así, por ejemplo, el recurso a la ópera o a la gastrofobia como estímulos). Evitar el aburrimiento de los pequeños al tener que escuchar las lecciones de unos profesores tras otros, siempre subidos a la nebulosa de las teorías, alejadas de los asuntos, y los intereses, prácticos. La solución vendría –según el pensador francés- volcando la lógica impuesta, bajando a la tierra de los asuntos prácticos, me atrevería a calificarlos-siguiendo las posturas del autor- de útiles. Ha de tenerse en cuenta que Fourier consideraba que los niños eran capaces de trabajar, y para ello debían practicarlo desde la misma escuela, eso sí, hallando las tendencias y gustos de los diferentes sujetos, para lo cual era importante detectar la serie de deseos y pasiones de cada muchacho o muchacha ( de una importancia capital en sus enseñanzas era la igualdad-hasta en el vestir- que debía existir entre ambos; valgan unas palabras de Engels para subrayar la importancia de Fourier con respecto a su defensa de las mujeres: « ha sido el primero en decir que en cualquier sociedad el grado de emancipación de la mujer es el criterio natural de la emancipación general»); lejos quedan los castigos y las reprimendas ante ciertos comportamientos, considerados como desviaciones de la norma, que han de ser vistos como síntomas de unos deseos que pueden plasmarse en ciertas ocupaciones en las que destacará, con seguridad el muchacho o la muchacha que los muestre, . En todo este proceso, por otra parte, debía jugar un papel fundamental la solidaridad y la empatía, ya que las relaciones entre mayores y menores no debías residir en un encima y un abajo sino que debía dominar una absoluta horizontalidad que invitase al intercambio de roles, y al aprendizaje por imitación y por ayuda mutua, que diría más tarde Pietr Kropotkin. Resulta pertinente aludir a la mayoría de edad que Fourier ampliaba al terreno sexual en los muchachos y muchachas.

Estos tonos de cambio de rumbo radical, patente en todo el quehacer de Fourier, muy en especial con respecto a las instituciones constituyentes-y constituidas. de la civilización ( la familia, la escuela, la nación, etc.) respondía según éste a la propia marcha de la naturaleza, de la que debíamos aprender los humanos, situándonos en sintonía con ella, en vez de tratar de dominarla como si fuésemos los dueños, y ella el objeto de nuestro dominio ( los aires pre-ecológicos resuenan con fuerza)..Así pues la armonía del cosmos, guiado por la fuerza de la atracción, se refleja igualmente en lo social y en todas las esferas que lo conforman. Así las cosas, bien podría cambiarse el tradicional lema libertario de ni Dieu, ni maître por el de ni padre, ni maestro. Como dice Schérer: la admirable pedagogía de Fourier se sitúa fuera de la pedagogía.

Ciertas valoraciones

El sabor libertario de sus propuestas queda entorpecido, a mi modo de ver, con sus tendencias ultra-clasificadoras( pequeñas hordas, pequeñas bandas… o las incontables combinaciones de las pasiones: sensitivas, pasiones afectivas, distributivas, y sus diversos funcionamientos, tipo mariposa, compuesta y cabalista, etc., etc., etc. ) y su amor por lo numérico que hace que la espontaneidad pierda fuerza y las constricciones hagan palidecer este espíritu de desbocada libertad; dichas tendencias parecen reflejar una de sus últimas ocupaciones laborales como contable y responsable de estadísticas. No se deben obviar tampoco sus claras tendencias utilitaristas exorbitadas

Las contradicciones del personaje son llamativas ya que proponiendo un cambio radical en todos los ámbitos de la sociedad y la rotunda puesta en solfa la moral y los valores civilizados (el matrimonio y el comercio en la base), hasta llegando a soñar con un cambio antropológico (con el surgimiento de un nuevo órano a modo de rabo) se mostraba contrario a las revoluciones (la francesa le condujo a la ruina) y hasta llegó a combatir a los jacobinos, con los realistas en las calles de Lyon, también era un defensor acérrimo de la propiedad privada; esto ha llevado a más de uno, recuerdo por ejemplo a Paco Fernández Buey que situaba a Fourier en las filas más derechosas del utopismo. En este orden de cosas nos están de más algunas de las críticas que sobre él vierte Michel Onfray en sus apresuradas páginas que a él dedica en su tomo V de su « Contre-histoire de la philosophie / L eudémonisme social »: Charles Fourier et “ la féerie sociétaire” (Grasset, 2008; pp. 215-269). En el terreno de establecer algún balance con respecto a Charles Fourier, no está de más, recodar lo dicho por quien era poco dado a elogios y alegrías teóricas: « aplicamos nuestra alegría a la búsqueda de los gérmenes de idea genial que encubre esta envoltura fantástica que los filisteos no pueden llegar a comprender» ( Engels). ¿ El rábano y las hojas…y lo demás?.

Sin entrar en mayores profundidades, y a pesar de estas y otras críticas que sobre sus ideas extravagantes, realmente, imaginativas ad abusum, no cabe duda de que este geómetra de los flujos pasionales abrió algunas puertas que posteriormente fueron franqueadas con mayor sosiego por otros, y pienso en Freud, algunas teorías marxistas, sin olvidar los pagos de la sociología, ni los lares de la libertad sexual. En este orden de cosas, se puede mantener -siguiendo la definición que Deleuze&Guattari dan de los filósofos como creadores de conceptos– que Fourier fue un destacado filósofo y , le cabe la distinción de ser el creador de un nuevo lenguaje( logoteta) como señalase Roland Barthes al ubicarlo junto a Sade y Loyola.

Un fourierista de pro.

No es extraño que los radicales dardos lanzados por el pensador fuesen admirados y elogiados tanto por los surrealistas, con André Breton a la cabeza, como más tarde por los hippies , por los defensores del amor libre sesentayochescos, y por las corrientes más innovadoras del campo de la educación, que se agarraron a los aspectos más rupturistas con respecto a la normalidad ambiente del reino de la estupidez.

Tal vez, aunque tómese lo que digo con pinzas, .el presentador de los textos publicados- René Schèrer– se deja llevar por cierto escoramiento que toma únicamente las propuestas más presentables, dejando de lado algunos aspectos francamente discutibles, por no emplear términos más tajantes. El filósofo francés, uno de los últimos maestros legendarios de la legendaria facultad de Vincennes, junto a los Deleuze, Guattari, Lapassade, Lyotard, Châtelet…y otros que seguían por la misma senda deconstructora como Foucault o Derrida, comenzó su trayectoria con Husser l-que comienza con hache como hospitalidad- para girar con Fourier hacia otros derroteros menos académicos y más vitales, que se dejaron ver no solo en las obras dedicadas al autor del que hablamos ( al menos tres libros) sino en su militancia homosexual y rebelde , junto a su compañero y alumno , Guy Hocquenhem, en el FHAR ( Frente Homosexual de Acción Revolucionaria); reivindicación influyente en la época que el filósofo extendió a cierta revisión de las relaciones sexuales entre adultos y niños, lo que le condujo a hacer apología de la pederastia y proponer una nueva mirada sobre la sexualidad infantil ( con cambios en la legislación vigente), que le llevó ante los tribunales, y que hizo que su obra cayese en el olvido ( o al menos, y es más exacto decirlo así: fue ninguneada).

La selección de estos textos son una muestra más del deseo de intervenir del viejo profesor en lo que hace a los cambios que se han de producir en la visión que la sociedad mantiene con respecto a la niñez…René Schérer que en su práctica académica, también, mostró su espíritu de hospitalidad: invitando a filosofar, sin pretender que existiese una comunidad homogénea, y proponiendo en cambio una comunidad de singularidades constituidas por la diversidad y la pluralidad. René Schérer la utopía y fourierismo en acto.