Category: TONI MORRISON


Por Iñaki Urdanibia

Unas lúcidas lecciones sobre la presencia, o ausencia, negra en la literatura norteamericana.

La escritora norteamericana (1931-2019) es conocida fundamentalmente por sus novelas, once publicadas entre 1970 y 2015, por las que ha sido galardonada con numerosos premios, destacando el Nobel de 1993 (Lectura de “Beloved “ de Toni Morrison – Kaos en la red ).

En la presente ocasión, se presentan tres conferencias impartidas en la universidad de Harvard un año de recibir el Nobel, reunidas bajo el título de «Jugando en la oscuridad», publicada por Ediciones del Oriente y del Mediterráneo. El libro es de gran interés al centrar la escritora su mirada en la literatura clásica norteamericana y la huella de la presencia negra en tal literatura; ignorada u ocultada las más de las veces, y sirviendo fundamentalmente como mecanismo de refuerzo de la identidad blanca. Con este objetivo visita diferentes obras y autores como Poe, Beecher Stowe, Melville, Twain, Cather, Faulkner, Hemingway… haciendo hincapié en la huella que en ellas se halla no solamente en lo referido al impacto que tal presencia, o ausencia, produce en la conciencia racial no sólo de los esclavizados sino también los blancos.

Subraya lo habitual que resulta entre los escritores o bien guardar silencio con respecto a los negros, o bien ceñirse a los estereotipos, manteniéndose en los límites de la corrección y los buenos modales y no pocas veces mostrándoles en oposición a los blancos con el fin de destacar la imagen de éstos. Evita por su parte caer en alguna forma de maniqueísmo que sitúe las virtudes del lado de los negros enfrentándolos a los defectos ubicados del lado de los blancos, sirviéndoles los análisis para su propio quehacer como escritora; «mi trabajo me exige pensar en hasta qué punto puedo ser libre como escritora afroamericana en mi mundo, un mundo en el que el género, el sexo y la raza están siempre presentes», subrayando que en los campus universitarios norteamericanos el africanismo, frente al eurocentrismo dominante, se ha convertido en una herramienta de control en lo que respecta a las cuestiones nombradas, ya que se tiende demonizar y cosificar la gama de color en una paleta, el africanismo americano posibilita el decir y el no decir, la inscripción y el borrado, el escapismo y el compromiso, el mal comportamiento y la responsabilidad, la historización y la intemporalidad», facilitando la África inventada, y justificando el racismo considerándolo como algo natural. Huyendo, y en cierto modo me repito, de modificar una jerarquía para establecer otra. Hurga para ello en los mecanismos que usa la crítica para esconder sus intenciones haciendo así que la crítica verdadera quede empobrecida de manera notable. Para dejar claras sus afirmaciones y constatarlas en la propia escritura recurre a ejemplos de obra de Henry James, Gertrude Stein, Flannery O´Connor para desvelar ciertas ocultaciones sobre la cuestión femenina y el propósito descarado por construir un nuevo hombre blanco, por la senda del sueño americano; destaca la presencia del poder de la negritud del que hablase Herman Melville que planea por todas las novela americanas, haciendo que la existencia de una población esclava supusiese, vellis nolis, una reflexión sobre la libertad, ya que « nada puso tan de relieve el concepto de libertad, si es que no lo creó, de hecho, como la esclavitud». Visita pa ello las zonas de oscuridad refrenada, sojuzgada, suprimida y reprimida que se ha plasmado en « la literatura americana en la forma de una persona africanista», y refuerza su convicción de que, en la contraposición, se fue constituyendo « una persona nueva, blanca y de sexo masculino».

Esta modelación de la literatura por la incursión de la presencia africanista, visible e invisible, oscura ha mantenido la contraposición entre lo salvaje y lo racializado, pasando el concepto de raza a convertirse en una metáfora poco menos que necesaria para construir la americanidad, entendiendo ésta como ligada a la blanquitud, debiendo los negros buscar su hueco… y ahí subraya Morrison el enorme interés y la necesidad de incluir a la persona africana dentro del cuadro, con el fin de conseguir una visión más completa y rigurosa de la literatura nacional y exige claridad radical para encarar el tema lejos de los dispositivos de enmascaramiento o de sustitución de los protagonistas al recurrir a hablar en nombre de… Propone, a modo de escueto programa, algunos puntos en los que se ha de reparar: subrayar el carácter facilitador y sustituto del personaje africano; ser cuidadoso en la utilización de los modismos africanistas; estudiar las técnicas para que los personajes negros queden retratados debidamente y se desvele el papel que se le suele dotar de cara a ensalzar las cualidades de los personajes blancos, y por último, analizar la manipulación del relato africanista con el fin de que sirva de reflexión sobre la liberación, las limitaciones y la rebelión. El respeto de estos aspectos hace que se convierta «la literatura nacional en un cuerpo de conocimiento mucho más complejo y gratificante»; no conforme con lo anterior lo acompaña de unas estrategias lingüísticas (economizar el estereotipo, el desplazamiento metonímico, la condensación metafísica, prestar atención al fetichismo y recurrir a la alegoría anti-historiadora. Concluye llamando a no barnizar los textos, atreviéndose a analizarlos sin embellecimientos ni efectos de mera superficie, y que a ella (añade a lectores y lectoras y a escritores y escritoras) le aflige «ver una crítica demasiado educada o demasiado temerosa para observar y señalar la oscuridad perturbadora que tiene delante de los ojos.

No quisiera finalizar este comentario sin hacer notar que a mi modo de ver – no sé si es responsabilidad de la propia escritora o de la traductora – pero se da un uso en algunos casos eufemístico (de color) para referirse a los negros, mientras que en otras ocasiones se utiliza sin mayor recato la palabra raza para referirse a los humanos, de raza humana, de uno u otro color, distinción que me resulta fuera de lugar amén de imprecisa y que abre la puerta a dar por buenas las divisiones en razas, y sabido es que dando esto por sentado de inmediato surgen las clasificaciones y jerarquías… y conste – si hace falta que conste algo – que no es por cuestión de buenos modales o de corrección política, sino porque como señala Christian Delacampagne en una obra encomiable (Racismo y Occidente. Argos Vergara, 1983): «es el racista quien crea la raza»… más allá, aparte de los aspectos meramente fenotípicos, de pretendidos criterios biológicos y/o genéticos. Y así.

 

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Por Iñaki Urdanibia.

Partiendo de la novela nombrada, acercamiento a la novelista Nobel de 1993, siempre en lucha contra el racismo.

« La lección que había aprendido en sesenta años de esclavitud y diez de libertad: en el mundo no había mala suerte sino blancos »

« Si un negro tiene piernas debe usarlas. Si se queda sentado mucho tiempo, alguien se las ingeniará para atarlo»

« Beloved » ( 1987 ) es su novela más vendida y leída de Toni Morrison , fue la que lanzó al éxito; influjo ampliado al ser llevada a la pantalla en 1998 por Jonathan Demme. La novela fue premiada con el Pulitzer 1988, e incluida en la lista de los cien mejores libros de todos los tiempos, además de ser considerada por el New Yok Times como el mejor libro de ficción publicado entre 1981 y 2006.

La historia que se nos va desvelando por medio de salteadas pinceladas que combina las miradas de diferentes narradores (la abuela Baby Suggs, la madre Sethe, la hija Dever, Beloved y algunos supervivientes de la plantación esclavista) presenta las andanzas de Sethe, antigua esclava en una plantación a la que fue llevada a sus trece años; tras diferentes peripecias, estrangula a su hijita con el fin de evitarle el ser convertida en esclava; el asesinato por amor, no impide que la culpa le acompañe durante toda su vida, como una sombra inevitable. Sethe había logrado huir de su encierro y tras pasar un y mil obstáculos acaba reuniéndose con su suegra, Baby Suggs, una señora con poderes propios mágicos y con una innegable capacidad para atraer a seguidores y buscar solución a sus problemas, que se había hecho cargo de los hijos de su nuera cuando fue liberada de la esclavitud mediante el pago que había realizados su hijo; éste había desaparecido posteriormente en el momento de la huida de su esposa y de otros esclavos. Estamos en el siglo XIX, en 1855 y en años siguientes a la guerra de Secesión. Siendo su hija a la que llama Denver aún muy pequeña – había nacido cuando su madre estaba en plena huida – Sethe fue cazada por los blancos que eran sus dueños, a los que pertenecía, guiados por un tal Maestro que es un hombre realmente rígido y violento en contraposición a los dueños Garner que se muestran paternalistas, siendo conocida de nuevo a la plantación en la que estaba esclavizada; la hija, Denver, logra salvarse, la otra, ante la magnitud de la tragedia que se avecina, es asesinada por su madre para evitarle los problemas que le acarreará un futuro sometida al látigo de los blancos; ella los ha padecido: «Maestro hizo que uno me abriera la espalda a latigazos y cuando se cerró se formó un árbol. Todavía crece». Sethe hubo de pasar por la cárcel acusada por el asesinato cometido, tras ser liberada llegará al domicilio en el que viven, la suegra – que fallecerá al cabo de poco -con sus tres hijos,  los dos hijos, varones, Howard y Buglar, no tardaron mucho en abandona el hogar el no tener ningún afecto hacia su madre, al ser conscientes de la atrocidad que había cometido contra su hermana y que podría haber cometido con ellos igualmente; la casa – como digo – situada en Cincinatti (Ohio) en el número 124 de Bluestone Road, parece invalida allí por un hechizo, algún fantasma maléfico hace reinar la inquietud en las habitantes de la casa, en la madre y la hija muy especialmente, quienes consideran que el espíritu de la hija estrangulada ronda por caso, mostrando su descontento, ya que sus acciones no provocan más que situaciones desasogadas, los muebles vuelan desplazad0s, los crujidos son frencuentes, los espejos se rompen , algunos pasteles, salen del horno con misteriosos restos infantiles. Un  día, tras dieciocho años transcurridos, llega a la casa de una joven, que responde al nombre de Beloved (amada) – nombre que por cierto la madre había hecho inscribir en la tumba de su hija – que tiene una llamativa cicatriz en el cuello, y cuya edad coincide con la de la niña a cuya vida puso fin Sethe. Denver hace buenas migas con la recién llegada y comienza a sospechar que es su fallecida hermana. Un compañero de esclavitud de Sweet Home, Paul D., aparece en la casa y establece una estrecha relación con su antigua conocida, Sethe, más la presencia de Beloved le inquieta y le turba hasta el punto de verse obligado a abandonar la casa. La narración avanza, derivante, en variaciones propias de una composición jazzística.

La sombra de Medea es alargada y el libro se convierte en un himno al amor y a la maternidad; la motivación que guía al personaje de la tragedia griega de Eurípides es diferente a todas luces ya que mata a sus hijos por celos y para vengarse de Jasón, su marido…al tiempo que avanza la narración asoman con fuerza problemas como el duelo, la culpa y la redención…adquiriendo la tragedia mayor fuerza si cabe si se tiene en cuenta que Toni Morrison se inspiró en un hecho real, quedando reflejado el suceso central, en paralelo con la situación colectiva de la experiencia de la esclavitud y sus maldades.

Escritura y contexto

« Como mujeres negras, pertenecemos a dos categorías que han sido históricamente consideradas inferiores; esto es : ser mujeres y ser mujeres de color [ negro]»

Alice Walker

« No pensé ser escritora hasta que cumplí los 29 años de edad, pero existía un pesado silencio respecto de la realidad de los afroamericanos. Me decidí por ser voz de ellos. Comencé a escribir para obtener un espacio desde donde expresarme »

Toni Morrison

Teniendo en cuenta el claro compromiso de la obra de la escritora ( « todo arte verdadero es político » dice), resulta necesario situar al menos con unas breves pinceladas el contexto de los años en los que comenzó a escribir sus novelas ya que al fin y al cabo tal es el escenario en el que se desarrollan sus historias. No estaría de más retroceder a los tiempos que son abordados en sus novelas, mas eso lo dejo para las someras explicaciones que daré en la presentación ( * ).

De entrada puede afirmarse que si los negros han estado ausentes del debido reconocimiento social, de las historias, de las publicaciones, hasta convertirse en invisibles , cosa que es obvia, con mayor fuerza lo es en el caso de las mujeres afroamericanas. En el siglo XIX hubo algunas mujeres que sí que escribieron , mas sus obras pasaron desapercibidas, y se hubo de esperar a la década de los sesenta del siglo pasado para que salieran a la luz al amparo del sentido de identidad que llegaba de la mano del Movimiento de los derechos civiles.

Si el primer viaje que llevó, obviamente a la fuerza, a una veintena de africanos al norte americano fue en 1619, desde entonces muchos fueron llevados -los que no se quedaban en el camino- al nuevo mundo ; entre ellos, las mujeres jugaron el papel esencial de reproductoras ( más mano de obra gratis y de por vida para los señores esclavistas) siendo consideradas como verdaderos objetos, o animales. Se rompía con todos los rituales y con el rol esencial que se les otorgaba en sus países de origen como continuadoras de la tribu. En su nueva situación pasaba a ser una máquina de hacer esclavos y se convirtió en objeto de todo tipo de brutalidades sexuales y otras por parte de los blancos; había limitaciones que hacían que solo se admitían las relaciones de los hombres blancos con mujeres negras…ya que éstas alimentaban las ensoñaciones y fantasmas masculinos al otorgarles un supuesto carácter salvaje . Las mujeres blancas pasaron a ser el eje de las buenas costumbres: esposa amable y decorativa, buena madre…cuyo rol era complementado por algunas sirvientas negras-dotadas de abundantes atributos- a las que se dejaba el cuidado de los pequeños , las célebres “ mammys” que han aparecido en cualquier película que se precie sobre la época.

Si en el caso de las mujeres negras las mentadas son uno de los modelos a este se ha de añadir otra figura que es la de la “golfa”, con la que valían todo tipo de libertades y abusos…se lo estaban buscando, que diría el falócrata de turno; estos modelos se completan con el de las mujeres dotadas de poderes, curanderas, magas, etc. , precisamente contra ellas , y sus supersticiones, se fortalecían las supersticiones dominantes del cristianismo.

Estos modelos están presentes en la literatura sudista si bien ésta estaba fundamentalmente dirigida a lectores blancos, los negros en su inmensa mayoría no sabían leer entre otras cosas ya que su alfabetización estaba prohibida; como consecuencia de lo dicho, lo blanco ( white is beautiful ) pasaba a ser el color que representaba todos los valores mientras que el negro pasaba a reflejar todas las oscuridades y maldades que en el mundo son.

Como anteriormente he señalado en el siglo XIX hubo varias escritoras negras que lograron ver sus libros publicados: Harriet Wilson, Francis Ellen Harper, Jessie Fausset, Nella Larsen , Zora Neale…los siguientes escritores negros , entre los cuarenta y los sesenta, fueron hombres que veían mil y un obstáculos para publicar sus libros.

Fue en los años sesenta ( Martin Luther King mateniendo posturas no-violentas, frente a las posturas de los Malcom X y el black power, Stokey Carmichael y sus Black panters…sin olvidar a los Black muslims) se puso al orden del día la lucha por los derechos civiles que intentaba acabar con la discriminación en las escuelas, transportes, bares y restaurantes, secundada con multitudinarias marchas y sentadas que exigían el fin de la segregación y la igualdad entre blancos y negros, incluidas naturalmente las mujeres, lo que abrió las puertas a la presencia femenina. La más sonada de entre las activistas sin lugar a dudas fue la combativa Angela Davis; en el campo de la escritura varias fueron las que vieron editadas sus obras: pueden destacarse la autora de « El color púrpura», Alice Walker, y, por supuesto, la escritora que nos ocupa.

Dos poesías

Desde 1619

¿ Cuántos años he pasado desde 1619 cantando Espirituales?

¿ Cuánto tiempo he pasado alabando a Dios y gritando “Aleluya”?

¿ Cuánto tiempo he pasado odiada y odiando?

¿ Cuánto tiempo he pasado en un infierno esperando el cielo?

¿ Cuándo veré otro color en el rostro de mi hermano?

¿ Cuándo estaré dispuesta a morir en una lucha honesta ?

¿ Cuándo tendré conciencia de la lucha – para actuar o morir?

¿ Cuándo caerán las escamas de mis ojos?

¿ Qué diré cuando lleguen los días de la cólera :

Cuando los dioses del dinero se lleven mi vida;

Cuando suenen los clamores de la muerte

Y la paz se convierta en una bandera ondeando sucia de sangre?

¿ Cuándo comprenderé a los engañados y a los tramposos

Con sus mezquinas raciones y las frías concesiones a mi orgullo?

¿ Cuándo saldré de mi perrera como una irritada perra mestiza,

Delgada, hambrienta y cansada de mis huesos y años descarnados?

( Margaret Walker )

Hoy

el tono de mi vida toma

el futuro como un gruñido mezclado

con el gemido del pasado

sin embargo, hay que ocultar

el gemido, porque las selvas del

pasado han desaparecido…

desfloradas por el napalm

derribadas con sus refrigeradores blancos

infundiendo con sus asesinatos el carisma de los liberadores

en una sala rebosante de mi gente negra…

Ved, pues, que el guerrero tendrá

el semblante de una anciana.

el guerrero ha de levantarse en medio

de la oscuridad

nos comunicaremos entre susurros, y

osaremos hablar…

reuniremos a los nuestros

con la revelación de la verdad o

el dolor de la muerte

de este modo los círculos exteriores de extrañas alianzas

las aburridas y lentas matemáticas del poder empezarán

a arrastrarse hasta nuestros hombros…

el hijo de años que son míos

los ojos de los días de un anciano, míos

conocerán esta palabra extraña

libertad………………………..

( Gaston Neal, 1967)

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Con claros aires de familia con el realismo mágico latinoamericano, sus historias avanzan entre la realidad, el sueño y los niveles fantasmáticos, combinados con incursiones por niveles sobrenaturales, siempre con el fin de retratar la opresión padecida por los negros: la esclavitud y la trata de seres humanos llevados desde sus países, africanos, de origen, y el posterior segregacionismo al que se vieron -y se ven-sometidos ; se retrotrae para ello a los tiempos de la esclavitud y entronca con el folclore y el habla propio de sus antepasados, con el recuso frecuente al lenguaje oral y al argot, combinando los desvíos y derivas contagiadas por la música propia, originariamente, de los negros, el jazz. Los saltos en el tiempo y el cambio de las voces narrativas hacen que su lectura exija cierta atención siempre que quien se acerque a sus novelas no quiera perderse por los laberintos del sentido. Varias huellas pueden ser detectadas en su singular prosa: la propia de los mitos y leyendas de los negros, muchos de ellos deudores de los orígenes africanos, su particular habla, tratando de respetarla en su uso real; la presencia de los aires de familia propios de los escritores del sur de los Estados Unidos, muy en concreto de William Faulkner y Flannery O´Connor, sin obviar la música de jazz, mucho jazz…« la música de los negros, pero que ahora es la música de todos ».

Su prosa se mantiene en el nivel descriptivo ( aunque no en un romo realismo, como queda ya señalado), evitando caer en tipo alguno de victimismo y en lacrimógenas valoraciones condenatorias; tal “distancia” le ha valido más de una crítica por una supuesta ambigüedad. Cualquier lector atento constatará cómo su mirada se dirige a los problemas de identidad en el que viven los integrantes de la comunidad negra: por un lado, con respecto a sus tradiciones ancestrales, y por otro, con respecto a los modelos de integración marcados por el dominio de los blancos. Toda una obra empeñada en subsanar los daños cometidos a los negros, en lo que hace a su presencia política, a su lenguaje, a su identidad; e igualmente, y de manera muy especial, a las mujeres, ya que estas padecieron doblemente la segregación y el racismo: desde este punto de vista, Toni Morrison recurre a las mujeres como protagonistas ( antes habían sido consideradas como meros objetos o a lo más como animales), como sujetos de su propia existencia ( autónomas, libres y capaces al igual que sus hermanos masculinos de vivir y crear independientemente de los “ amos” de diferente pelaje)…ahí están Pecola , protagonista de su primera novela, joven que toma conciencia de su propia identidad, luchando por devenir un ser humano pleno; o Sula, protagonista de la novela que lleva su título, o Pilate, uno de los personajes centrales de « La canción de Salomón », que hurga en sus raíces y en los de su comunidad y ha de habérselas con sus miembros debido a su falta de ombligo lo que le supone un estado de marginación, etc., etc., etc.

Los protagonistas de sus libros -como queda dicho- generalmente son mujeres y negras, lo que viene a suponer una doble opresión, lo que hace que se muevan en ambientes tensionados y problemáticos. Esta reiteración en sus personajes han provocado que en no pocas ocasiones se le haya integrado en la tendencia del feminismo negro ( Black Feminism), cuestión que ella ha rechazado ya que aun admitiendo la doble opresión nombrada, ya que su personal ideología le impulsa más a poner el acento en la igualdad sin posicionarse en posturas rígidas; podría añadirse que resulta innegable, a pesar de los pesares y malgré elle-même, que sus personajes se prestan de manera inequívoca a la denuncia de los padecimientos multiplicados que sufren las mujeres negras, como ella misma ha comprobado en su propia piel…dejando testimonio de las separaciones impuestas tanto en la playa como en la universidad, etc. . Sea como sea, y sin entrar en mayores profundidades, se podría aplicar al caso lo que decía el otro que decía otro: “por sus hechos los conoceréis”, y en el caso que nos ocupa resulta indudable que todas las novelas, mensaje confirmado por sus entrevistas, contienen una carga de explícita denuncia del racismo, y de la mayor carga que en tal asunto han de soportar las mujeres. Un artículo publicado al mismo tiempo de que se le concediese el Nobel lo deja claro en el terreno de la crítica literaria que refleja fielmente el racismo y machismo ambiente en la sociedad: « los mandarines de la crítica no muestran interés ni le encuentran el menor significado a los tropos de que se sirve Hemingway para tratar la oscuridad, la sexualidad y el deseo, al igual que pasan por alto la galería de personajes[ negros] que aparecen en su novelística [ antes había detectado lo mismo en las lecturas de Henry James, Gertrude Stein o Willa Cather]…esta indiferencia voluntaria por parte de la crítica tiene su paralelo en la ceguera neurótica con que desde hace siglos se afronta el discurso feminista. ..» ( La literatura racista de EEUU).

No es exagerado de ninguna de las maneras afirmar que Toni Morrison es la primera escritora que , con indudable potencia narrativa, expresa el mundo y la conciencia de los negros de Estados Unidos ante la opresión que sufren; esfuerzo tenaz por hallar el tono que ella consideraba que no estaba presente en los escritores negros que le habían antecedido. No es de extrañar que una escritora francesa preocupada por las cuestiones de la importancia de los colores y lectora impenitente de la estadounidense, Leonora Miano, afirme sin ambages : que ésta “ [T.M.] ofrece « una recreación muy justa de la comunidad afroamericana en lo que esta tiene de carnal y espiritual, de personajes femeninos potentes, una reconstitución de la lengua de los negros americanos, mostrando la ambición de materializar a la manera que los suyos ven el mundo, a través de una estética personal». El deseo de prestar su voz a los suyos no se basa en ningún tipo de defensa del black is beautiful sino en una postura defensora del black is necessary, ya que como ella no se cansa de repetir, todo les ha sido hurtado a los negros por los hombres sin piel; eso sí siempre teniendo en cuenta su afirmación de que « no creo que los blancos no sean humanos, pero hay blancos que creen que los negros no lo somos », y desvelando la mentira de las imágenes bucólicas que hablan de la soñada tierra prometida sin reparar en que los USA se han edificado con mucha sangre y menos inocencia de la que se vende habitualmente. Sus palabras son netas y claras: « hay en Estados Unidos una mitología de los años cincuenta, de esta edad de oro de la succes story americana. Se olvida lo que se ocultaba tras ese barniz , que acabaría, en los años siguientes, los sesenta y los setenta, la irrupción de los “sin esperanza”…ahí estaban la guerra de Corea, McCarthy y el anticomunismo, el racismo…».

Vida

1931 : nacimiento en Lorain ( Ohio) de Chloe Anthony Wofford, quien se convertirá en Toni Morrison.

1949: inicia sus estudios de literatura en la universidad Howard ( entonces “reservada” para los negros).

1953: Tesis sobre la cuestión del suicidio en William Faulkner y Virginia Woolf.

1955: profesora en la universidad de Texas Southern, antes de volver a Howard.

1958: Contrae matrimonio con Howard Morrison con quien tendrá dos hijos.

1964: Se divorcia, a pesar de lo cual mantendrá el apellido de su marido-tras discutirlo con su editor- ya que con tal nombre se le conocía en el mundo de las letras y universitario. Trabaja de editora en Random House, editorial en la que se encarga de publicar a Angela Davis o Mohamed Alí, entre otros.

1970: publica su primera novela : « Ojos azules ».

1973: edita una antología de escritores negros y publica « Sula ».

1977: publica « La canción de Salomón ».

1981 : « Tar Baby ».

1988: es premiada con el premio Pulitzer, y con varios galardones más, por su novela « Beloved », publicada el año anterior.

1989 : Consigue la plaza de profesora en la universidad de Princeton.

1992: « Jazz ».

1993: Recibe el premio Nobel de literatura.

1994: « Paraíso ».

2003: « Amor ».

2008: « Una bendición »

2012: « Volver ».

2015: « La noche de los niños »

Otras novelas

.

« Sula » ( Ediciones B, 1993)

Se narra la historia , a comienzos del siglo pasado , de una amistad de dos chicas negras, Sula y Nel , a las que la vida separa. Mientras que la segunda se queda en el pequeño pueblito de Ohio, Medaillon, en donde se casa , convirtiéndose en madre de familia ; la que da título a la novela -mujer anticonformista y hedonista- se traslada a la ciudad en busca de la libertad. Años después vuelve a su pueblo y separadas por la vida , y sus concepciones con respecto a ella, Sula se convertirá en cabeza de turco de la población de la localidad.

« La canción de Salomón » ( Ediciones B, 1993 )

La historia se inicia con la búsqueda de identidad de un adolescente, Macon, “ el lechero”, que no está bien visto por sus paisanos, en compañía de su tía Pilatos, por Ruth y otros más, emprende la búsqueda de la libertad, contra viento y marea, y somos sumergidos en un mundo en donde los límites entre los sueños y la realidad se vuelven borrosos. Ya desde niño su madre creía que los labios del hijo extraían de sus pechos haces de luz; una búsqueda del paraíso que le lleva al convencimiento de que su travesía se engarza con la de sus antepasados que supieron sobrevivir a pesar de las más adversas adversidades.

« La isla de los caballeros » ( Ediciones B, 1993)

Una pareja de millonarios habita una idílica isla del Caribe, junto a una sobrina un par de sirvientes negros; aquel aparente remanso de paz se ve invadido por el ruido del crecer de la vegetación, ampliada por el germen de la pasión, creciendo de una manera tan desbocada que parece que se va a tragar la isla toda. Coincide tal abundancia con la llegada de un extraño náufrago, negro él, que centra su pasión en la sobrina de Valerian y Margaret, Jadine…Tales circunstancias harán que afloren, en paralelo, las pasiones y los recovecos del alma se verán convulsionados en el interior de cada cual.

« Jazz » ( Ediciones B, 1993 )

Una pareja, Joe y Violet, parte desde su Virginia natal a la ciudad con la esperanza de que allá las cuestiones del color de la piel no tendrán relevancia alguna. La belleza de una chiquilla cautiva a Joe, lo que en Violet provoca una verdadera locura, tras veinte años de matrimonio. La cosa termina con un crimen pasional del que al final Joe resulta absuelto, lo cual no quita para que la culpabilidad que en él anida, como permanente pepitogrillo, no le absuelva .Novela musical desde el título que señala la música iniciada por los negros que más tarde se extendió a la totalidad del personal, como metáfora del instrumento por medio del cual los esclavos se fueron liberando.

«Una bendición » ( Libro de bolsillo, 2010 )

Estamos en el siglo XVII en los años en los que las comunidades indias son diezmadas por las epidemias y las conquistas. Allá llega una pareja de europeos que montan una granja, en la que los sirvientes son numerosos. Entre ellos Lina , sirvienta india, consuela a una joven, Rorens, desde que ésta ha sido separada de su madre, al drama de estas dos mujeres, la escritora va a añadir una tercera, esclava que ha sobrevivido a un naufragio, Sorrow…Tal escenario le sirve para retratar un mundo de supersticiones en el que se mezclan varias voces narrativas, con ciertos toques de investigación etnográfica e histórica. Visita al surgimiento del país en medio de las tensiones raciales.

« Paraíso » ( Ediciones B, 1988 )

Fue la primera novela que publicó tras habérsele concedido el Nobel. Situada en una pequeña localidad la Oklahoma profunda, en donde los negros se habían reunido en tal lugar para tratar de olvidar los desprecios sufridos a manos de los blancos. Mas lo que parecía poco menos que el Edén comienza a derrumbarse debido a las tensiones entre el puritanismo de quienes mantienen la pureza negra y miran con desconfianza a los mestizos, ya que no son lo suficientemente negros; así lo que se asemejaba al paraíso se torna en una sucursal del infierno..,. en esta novela que resulta una embestida contra todo integrismo racial…

« Volver » ( Lumen, 2012)

Frank Money, veterano de la guerra de Corea, tiene de manera recurrente imágenes de los desastres de los que ha sido testigo sirviendo a la patria, que aun así le desprecia como negro que es: una niña buscando en la basura, soldados pidiendo clemencia, un amigo hecho añicos por las bombas. Su divisa es sobrevivir, lo que no quita para que cuando su hermana Cee – casada con un chulo que la abandona al poco de contraer matrimonio- reclame su ayuda, atraviese el país segregacionista para acudir junto a ella; en el viaje ve el racismo, que ha padecido junto a su familia desde la infancia. La novela refleja la violencia – política, racial y familiar.- que dominaba en la América de los años cincuenta.

( * ) Además de las novelas de la autora… y entrevistas varias, se pueden consultar con provecho de cara a la contextualización

+ Martin Luther King, « Los viajeros de la libertad » ( Editorial Fontanella, 1963). Las páginas iniciales recogen un clarificador artículo de Isidro Molas: Notas sobre el problema racial en Estados Unidos.

+ Martin Luther King, « La fuerza de amar» ( Aymà, 1963)

+ Martin Luther King, « Porqué no podemos esperar »( Ayma, 1964)

+ Malcom X, « El Poder Negro » ( Edima, 1967). Amén de un mapa inicial sobre la distribución de la población negra en U.S.A., en las páginas finales se presenta una escueta Cronología.

+ Luher King, Malcom X, Brown, Carmichael, « Textos sobre el poder negro» ( Ediciones Halcón, 1968)

+ Floyd B. Barbour, « La revuelta del Poder Negro » ( Anagrama, 1993)

+ Marc Ferro ( dirigido por), « El libro negro del colonialismo. Siglos XVI al XXI: del exterminio al arrepentimiento» ( La esfera, 2003). En tal recomendable obra hay un capítulo de Pap Ndiaye que trata de Los esclavos del sur de los Estados Unidos.