Por Iñaki Urdanibia.

Una novela que nos sitúa en el corazón del debate acerca del papel de los hombres en la lucha feminista.

Ya desde la primera página de «El aliado» (Seix Barral, 2019), el protagonista, I.R.R. lo deja claro: él es un feminista de pro si bien tiene sus contradicciones… las palabras y los actos. En el disparadero le coloca un amigo que le muestra un video, con escenas sexuales, realizado sin el consentimiento de la mujer grabada… esto repatea a nuestro hombre que se ve impulsado a entregarse a la lucha contra la injusticia y la desigualdad, lo que será alimentado al igual por los dislates que observa en las redes sociales, etc. Comienza a salir con una activista destacada del feminismo, Najwa, con la que entre acto y acto, discute y ve que se le abren pistas hasta entonces ignotas para su mente absorbida por un cerril misoginia; a lo largo de tales discusiones llega a la conclusión de que el movimiento carece de la debida atención a una problema que desatiende lo que resulta imperdonable, y él se dispone a solucionar el asunto que no es otro que el no recurso a la violencia. Dedicado a tal empeño el caballero toma el mundo que le rodea a modo de laboratorio en el que ensayar sus teoría, que más que a nivel conjetural, son mantenidas como si de verdades necesarias e ineluctables se tratasen.

La tenacidad del caballero por convertirse en el protagonista del movimiento de mujeres, no impide que haya momentos en los que el desconcierto asoman en su mente y las contradicciones también, que no hacen sino reflejar algunas de las cuestiones que rodean las relaciones entre hombres y mujeres, los crujidos que se originan entre el compromiso y las incoherencias que surgen entre el ideario personal y la implicación en las luchas, sin obviar como el enemigo, el patriarcado, acecha en cada esquina como si estuviese dotado del don de la ubicuidad. El humor y la ironía no faltan, en esa delirante empresa de acudir a una abierta provocación con el fin de que azuzar las contradicciones entre las partes, organizando para ello un movimiento abiertamente machista en la que la selección de sus componentes resulta de pan y unta por su sello típico y prototípico… en la guerra como en la guerra; y las escenas que suenan a realidad pura y dura tampoco se ausentan, lo que hace que la risa o la sonrisa aflore sin remedio y que en cierta medida seamos conducidos a lugares comunes en los que el dejá vu irrumpa, lo que se combina con aires propios de una mirada prospectiva. Esta capacidad de deslizarse a ras de suelo, de realidad y mentalidad de la época en ciertos ambientes y en ciertos debates hace que la lectura resulte fácil y la complicidad sea convocada al hacer que el lector – en mayor medida que las lectoras, tal vez – se sienta identificado en guiños varios. No es la menor de las virtudes de Iván Repila (Bilbao, 1978) su desenvuelta escritura y los mordientes diálogos que van acompañados de un sentido clasificador por parte del entregado protagonista y unas sorpresas que esperan a la vuelta de la página.

Ágil y oportuna novela que pone el dedo en la llaga, en las llagas, de nuestro hoy en lo que hace a las contradicciones que surgen en el compromiso masculino en pro del feminismo, y que a la vez supone una especie de examen de conciencia crítica y autocrítica del propio sujeto que escribe, ejercicio que, se quiera o no, se despliega a la mente lectora. Así pues, la lectura resulta de innegable provecho tanto en lo literario como en los temático (si es que ambos aspectos puedan distinguirse), provocando momentos de zozobra e incomodidad acerca de las posturas propias y las comúnmente aceptadas.

El epílogo de Aixa de la Cruz, Apropiación indebida: una introducción a la polémica, pone la guinda a la historia, elevando el tono a los pagos de la teoría, al presentar un texto de índole futurista, habla de 2046, en donde se deriva por los temas de los estudios de género, de algunos protagonismos masculinos con pretensiones de convertirse en directores de orquesta del movimiento, de iniciativas de Princesas varias y las puertas abiertas a una deconstrucción del binarismo que suena a moneda contante en el asuntos tratado.

Libro que no dejará indiferente a nadie que se acerque a él, al poner encima de la mesa una serie de temas de rabiosa actualidad relacionados con los temas señalados, lo que hace que el debate esté servido a lo que ayudan las sobradas gotas de provocación y afilado sarcasmo, llevado hasta los bordes del absurdo.