Por Iñaki Urdanibia.
Acercamiento a la marginación que la mujer ha padecido en esta esfera de la actividad humana.
« Un punto de detalle: es indispensable que una mujer posea algo de dinero y una habitación propia si ella quiere escribir obras de ficción »
( Virginia Wolf )
« La imagen de un individuo solitario en un rincón, ausente en apariencia de los ruidos del mundo, sugiere una intimidad impenetrable, un ojo egoísta y una ocupación singular y sospechosa»
( Alberto Manguel )
No quisiera convertir esto en un valle de lágrimas, al centrar mis palabras en los desprecios, marginaciones y demás que han sufrido las mujeres a lo largo de la historia, y bastaría con remitirnos a unas pocas palabras y prescripciones-sin olvidar los hechos que como decía uno que decía el otro, su maestro, por ellos los conoceréis- como muestra de lo afirmado-con la honda y alargada huella religiosa- ( * ), que marcó desde la remota antigüedad las limitaciones sin cuento que las mujeres han padecido muy en concreto a la hora de dedicarse a ciertas profesiones / dedicaciones; no es cosa de retrotraernos a la obligación de las mujeres, propuesta por el de Tarso, entre otros, a mantenerse calladas y obedecer a los varones, ni a la definición aristotélica de las mujeres como hombres defectuosos o incompletos ( siglos más tarde el otro se referiría a la “envidia del pene”), ni al schopenhaueriano cabellos largos, ideas cortas…o el dicho de la mujer en casa, la pata quebrada, o aquello que mantuviese el yerno de Mahoma, Alí, de que cuando Alá creó la sexualidad entregó nueve a las mujeres y una parte a los hombres con lo cual es obvio que se debía mantener a raya a las féminas para que los cándidos hombres, masculinos, no enloquecieran ante las tentadoras seducciones femeninas….así, la mujer en casa la pata quebrada, Kinder, Küche, Kirche ( niños, cocina, iglesia; que defendía la consigna nacionalista germana)…ellas siempre bajo el dominio del padre, padrone, padreterno …o la recomendación de Nietzsche de llevar el látigo a la hora de ir con mujeres , y no seguiré aburriéndoos o cabreándoos con esta retahíla de sandeces masculinas que podrían ampliarse ad nauseam.
Sí quisiera, no obstante, detener un pelín la mirada en la presencia, más bien escasa comparativamente, de las mujeres en el campo de la literatura / escritura, si bien soy consciente de que muchas de las cosas que voy a decir son pan comido para vosotras, y vosotros también. No me impide este riesgo a repetirme el lanzarme a ello, y no por una supuesta vocación de ajo sino por atenerme a aquello que dijese el clásico: seguiré diciendo lo mismo mientras no cambiéis de actitud.
Hasta épocas relativamente no tan lejanas, y todavía hoy, en algunas culturas los lectores cuentan con una reputación ambigua: por una parte, hay quienes consideran a quienes se dedican al trato con los libros como dedicados a una actividad sabia y provechosa y en consecuencia gente a la que se ha de tener en cuenta pues se les supone conocimientos, mientras que otros consideran tal actividad como plena de desdén elitista y exclusiva ( como queda subrayado en la cita de Manguel que consta en exergo, tomada de su Historia de la lectura , en la que no evita destacar el carácter subversivo de la lectura / escritura , actividades perseguidas por todos los totalitarismos que en el mundo han sido, y son); si lo que digo es generalizable a ambos sexos, qué no decir si nos referimos a las mujeres que en lo que a las lecturas se refiere -debían ser del género piadoso o a lo más, amoroso-) y en lo que hace a la escritura han debido sortear no pocos obstáculos para poder dedicarse a ella, siendo despreciadas por el patriarcado ambiente. En este orden de cosas, ya es un lugar común lo que planteaba Virginia Wolf la hipótesis de qué habrá sucedido si Shakespeare hubiese tenido una hermana( « una mujer nacida provista de un don en el siglo XVI se hubiera realmente vuelto loca, se habría suicidado o habría terminado sus días en una cabaña solitaria en las afueras de una ciudad, medio bruja, media maga, temida y objeto de burla ») ; de todos modos no hacía falta echar la mirada tan atrás, sino la propia experiencia de la escritora británica bastaba : al no poder entrar, como era su deseo, en la prestigiosa universidad de Oxford, ya que en la época estaba cerrada para las mujeres; de este modo la amplia cultura de esta inteligente mujer hubo de recurrir al auto-didactismo , eso sí, con la cercana asistencia de su cultivado progenitor, Leslie Stephen. Recuerdo en este sentido una biografía de « Las hermanas Beauvoir» ( Circe, 2004), en la que la hermana pequeña de Simone, Hélène ( 1910-2001), que acabaría siendo pintora, vio sus alas cortadas por sus conservadores padres, ya que bastante tenían con que su hija mayor se hubiese introducido en actividades propias de hombres( así era considerados los estudios de filosofía)..
Claras hasta el deslumbre resultan, a modo de ejemplo, las indicaciones que se leen en Madame Bovary: «- ¿ Sabes lo que le haría falta a tu mujer?-repetía la madre Bovary. ¡ Ocupaciones forzadas, obras manuales! Si ella estuviese como tantas otras, obligadas a ganarse el pan, no tendría esos vapores, que le vienen de un montón de ideas que se crea en la cabeza, y de la pasividad en la que vive. – Sin embargo ella se ocupa, decía Charles. – ¡Ah! ¡ Se ocupa! ¿ En qué? En leer novelas, malos libros, libros que van contra la religión y en los que se burlan de los curas basándose en los discursos extraídos de Voltaire. Pero todo esto lleva muy lejos, mi pobre hijo, ya que alguien que no tiene religión acaba siempre por comportarse mal. Luego, está decidido que se impedirá a Emma leer novelas «. En resumidas cuentas que las novelas corrompen el alma, corrompen las costumbres y desnaturalizan al ser. Ese permanecer en esa cerrada torre de marfil, como consideraba Sainte-Beuve que suponía el acto de leer, es el terreno de los sueños mentirosos de los que hablase Virgilio, de lo incontrolable, de la curiosidad; como dirían los clérigos es el terreno propio en el que surge las tentaciones y los malos pensamientos…siendo, esos sí, desde las imágenes de la representación cristiana el Libro es propiedad de la divinidad masculina, el primer hombre es Adán, y de su costilla se crea la mujer-siendo así un ser secundario- ; más adelante a Cristo siempre se le muestra predicando, interpretando, su madre, la Virgen, tiene al Hijo, con lo que pasó a convertirse de por vida en la madre, como modelo de la función femenina, etc.
Si la mujer no ha de leer, más que aquello que le es prescrito, con no menor razón tendrá proscrita la escritura, y así a lo largo de los siglos las mujeres que escriben, para ver sus obras publicadas, ha estado expuesta a grandes peligros. El autor-es el que marca la autoridad ( auctoritas )- es un papel asignado, por su propia naturaleza, al hombre, mientras que la mujer –como ya quedase subrayado desde el Génesis– : « tu deseo te empujará hacia tu marido, y él dominará sobre ti»…y así, por esta senda las autoras quedaban fuera de su papel para pretender ser admitidas en el espacio de ellos, los hombres.
Ejemplar desde este punto de vista es la obra de Molière, Les femmes savantes, en cuyo acto II, escena 7 se puede leer: « Nuestros padres en este punto eran gente con muy sensata, / Decían que una mujer sabe siempre suficiente/ cuando la capacidad de su espíritu se alza / a conocer en demasía …/ las suyas no leían nada, pero vivían bien; / Las labores de la casa eran toda su docto entretenimiento. / Sus libros un dedal, hilo y agujas ./ Las mujeres están bien lejos de estas costumbres: / quieren escribir, y convertirse en autores». En los tiempos revolucionarios hasta entre seguidores de Graccus Babeuf, Sylvain Maréchal, redactor de la Conjura de los iguales, redactó igualmente un, en 1801, un Projet de loi portant défense à lire aux femmes, afirmaba, ridiculizando las ideas ambientes, que « no hay nada más chungo en el mundo que un hombre imitando a una mujer, a no ser que una mujer imitando a un hombre » ( refiriéndose, en tono provocador, al coser como actividad propia de mujeres y al escribir como propio de los hombres), y allí se proponía no solo la prohibición de leer a las mujeres, sino también de « escribir, imprimir, grabar, recitar ,solfear y pintar…». No se piense que el alegato de este “izquierdista” en pro de la desigualdad-ordenado por la musa Razón- siguiese el modelo de Jonatham Swift y sus delirantes y estridentes propuestas , sino que en este caso la cosa iba en serie, aunque con la máscara despistante del tono bromista. Cada sexo su lugar y su actividad …¡ Y no sigo! [ Hay un libro ejemplar que profundiza en el asunto y presenta el escrito y la polémica que suscitó en los tiempos revolucionarios acerca de la capacidad o incapacidad de las mujeres para desempeñar ciertas labores : Geneviève Fraisse. « Musa de la razón» ( Cátedra, 1991) ].
Con semejante panorama hasta cierta época las mujeres no escribían más que cartas, ya que tanto la lectura como la escritura les estaban vetadas, y solamente el espacio íntimo les era reservado; y quienes, de entre ellas, trataban, de traspasar tales fronteras eran consideradas excéntricas, cuando no abiertamente dementes. Las más bravas( si exceptuamos casos anteriores como los de Christine de Pizan o Marie Le Jars de Gournay, por ejemplo) optaron por adoptar el nombre masculino para disimular su identidad femenina: quizá el caso más paradigmático fue el de Amantine Aurore Lucile Dupin, alias George Sand, primer caso de mujer que se dedicó profesionalmente a la ficción; quería ser juzgada por sus méritos y no por otras cuestiones, así que el recurso al nombre masculino le igualaba con sus pares de quehaceres. En la época victoriana el nombre masculino hacía que sus obras no fueran consideradas como simples novelas de amor ( el caso de George Eliot resulta al caso más claro)…Tiempos en los que todavía las bibliotecas estaban cerradas para las mujeres a no ser que acudiesen acompañadas por algún hombre, o presentar la carta de recomendación de alguno. Aunque resulte increíble a estas alturas de la película, todavía recientemente se pudo conocer el escándalo que supuso el nombramiento de Marguerite Yourcenar , haciendo que alguna de las luminarias de las letras francesas, Albert Cohen-autor entre otras de la gran novela Bella del Señor– se atreviese a preguntarse cómo una mujer « tan gorda y tan fea» podía ser un gran escritor ( en masculino)…¡ Todo un guaperas, el macizo académico!
Descendiendo a la actualidad , que me voy; teniendo en cuenta que Doris Lessing fu premiada con tal distinción, en 2007, recurriré a modo de ejemplo a la presencia femenina en los Nobel de literatura ( de otras disciplinas hoy no toca); los datos son realmente significativos: fue en 1901 cuando se concedieron por primera vez tales premios en la modalidad de literatura. Son catorce las mujeres que han logrado dicho galardón, lo que viene a suponer un 12,4% de los otorgados. Observando el desarrollo de la concesión de los premios se ve que en los noventa primeros años de su historia ( desde 1901 a 1991) son ocho mujeres las que han sido premiadas frente a ochenta y un hombres, lo que supone un 7%. A partir de entonces hasta el día de hoy son ocho las mujeres y diecisiete los hombres que han recibido el premio, lo que hace un 32% de mujeres. No cabe duda que haciendo caso a estas cifras las cosas van mejorando. lo que muestra de que son más las mujeres que se dedican a la creación literaria además de que también se ha dado un notable cambio de la mentalidad social que hace que, a pesar de los pesares, al menos a nivel institucional se refleje esta modificación de óptica.
Las mujeres galardonadas son: 1909: Selma Lagerlöf ( 1858-1940),1926: Grazia Deledda ( 1871-1936), 1928: Sigrid Undset ( 1882-1949), 1938: Pearl S. Buck ( 1882-1973), 1945: Gabriela Mistral ( 1889-1957), 1966: Nelly Sachs ( 1891-1970), 1991: Nadine Gordimer ( 1923-2014), 1993: Toni Morrison ( 1931), 1996: Wislawa Szymborska ( 1923-2012), 2004: Elfriede Jelinek ( 1946), 2007: Doris Lessing ( 1919-2013),2009: Herta Müller ( 1953), 2013: Alice Munro ( 1931) , 2015: Svetlana Aleksiévich ( 1948).
( * ) Sin pretender dar un repaso exhaustivo a las zancadillas que las mujeres han sufrido a través de la historia, sí que parece de interés trazar algunas pinceladas que den cuenta de las ideas que han marcado, a cal y canto, los límites impuestos a la mitad del cielo que decía el otro, eso sí siguiendo como hilo conductor el hecho, y los textos, religioso que han dejado, y sigue dejando, su profunda traza, y guía de conducta, en la actividad de los humanos, y muy en concreto en la estigmatización de las mujeres..
«Adán es el primer hombre. Dios hizo de él un cretino que, para complacer a su mujer, cometió la estupidez de morder una manzana que sus descendientes no han podido digerir todavía»
(Paul-Henri d´Holbach)
«Ninguna religión respeta a las mujeres, ni les reconoce el estatus de seres humanos. La religión hace de la mujer una mercancía, un objeto precioso, una esclava doméstica comprada a precio caro: de todos los bienes del mundo, una mujer fiel es el bien supremo, dice uno de los textos sagrados».
(Taslima Nasreen.)
«Tú que eres mujer, acuérdate. Desde que hayas traspasado el umbral de tu casa, te juzgarán. Desde que andes por la calle, te seguirán y te silvarán. Y cuando llegues a ciertas avenidas te tratarán de puta. Si eres tonta, volverás sobre tus pasos, si no lo eres, proseguirás tu camino »
(Taslima Nasreen)
« Con raras excepciones, todas las sociedades, desde hace tres o cuatro mil años, han sido patriarcales o patrilineales »
(Shere Hite)
Desde la noche de los tiempos, la mujer ha sido tratada con desdén, por decirlo suave, por los hombres…en el poema de Gilgamés es la mujer la que siempre urde engaños; en la Grecia clásica, la mujer es una máquina para hacer hijos, y casualmente es Pandora, retratada por Hesíodo, quien la lía de todas todas…Es claro que las religiones, más en especial las monoteístas( ha de tenerse en cuenta que siendo omnipotente y omnipresente el ser superior su presencia se deja ver partout y per saecula saeculorum), son la instancias más sancionadoras de esta insultante discriminación hacia las féminas, dando a tal discriminación el rango de decisión divina; aprovechando el tirón que indudablemente tiene para los humanos lo invisible, lo eterno, lo divino, lo que viene después de la muerte, etc., que hace que parezca más cierto decir que el hombre quiere por naturaleza que le cuenten cuentos, más que el dicho aristotélico de que el hombre quiere por naturaleza saber.
Aun a riesgo de convertir esto en una modesta casa de citas, sí que me parece de interés para el tema que nos ocupa, sin pretender ninguna forma de exhaustividad, traer a colación algunas frases tomadas de los supuestos textos sagrados, o de algunos prohombres de dichas religiones de libro.
Previamente diré que antes de la presencia de dichas religiones, por los restos que se conservan se puede afirmar que diosas habían existido siempre unidas a la fecundidad, con « capacidades exorbitantes» en lo que hace a sus voluminosos atributos (Françoise Hèritier). Los primeros signos históricos ya señalan una clara división de roles:
+ las mujeres: dedicadas a las labores domésticas y de reproducción(esposas y madres). Lévi-Strauss indica el papel que las mujeres jugaban como sistema de cambio entre diferentes tribus…
+Los hombres por su parte eran cazadores, guerreros y poseedores del poder político(magistrados, curas, guerreros…).
- Tal división va a conllevar, desde el inicio ya, una serie de diferencias:1) El razonamiento siempre reservado, a los varones, concepción que llegó hasta los ilustrados, así Rousseau: «Gustar a los hombres, serles útiles, hacerse amar y elogiar por ellos, educarles de jóvenes, cuidarles de mayores, aconsejarles, consolarles, hacerles la vida agradable y dulce, he ahí los deberes de las mujeres en todos los tiempos, y se les debe enseñar en ese sentido desde la Infancia». No sería cuestión de hacer hincapié en ejemplos de actualidad, pero recuerdo hace un par de años que en un debate en el parlamento europeo hablando del trabajos nocturnos se ponía limitaciones (de hecho un total veto) a las mujeres para evitarles riesgos, como si fueran menores de edad.
- En lo que hace a prohibiciones: san Pablo explícito: «que las mujeres callen en las asambleas».
También pueden verse, en la Grecia clásica, como Zeus, como castigo por la osadía de Prometeo al entregar el fuego a los humanos decide castigarle además de a la insaciable voracidad del ave que le devora incansablemente el higadillo, a tener que soportar un enorme mal para la humanidad: la mujer; para Aristóteles las mujeres demostraban la impotencia de los padres, y a través de ellas se heredaba después dicha impotencia.. O mirando más a Oriente, los hindúes, mantenían que en la reencarnación los hombres que no hubieran hecho méritos suficientes volvían a la vida como mujeres, y como señalara Max Weber, en su estudio del hinduismo y el budismo, las mujeres y los esclavos cubrían los mismos trabajos.
Así pues, puede verse con nitidez cómo los mitos y la religión son fuente de misoginia. Un estudioso de tales asuntos, Fustel de Coulanges, afirmaba que «una religión primitiva ha fundado la familia, establecido el matrimonio y la autoridad paterna, ha fijado los rasgos del parentesco, ha consagrado el derecho de propiedad y el derecho de herencia». Como claro ejemplo, puede verse en las ceremonias del matrimonio, tanto griego como romano, tres significativas fases: 1) el hogar sera el domicilio paterno, 2) llevada al domicilio del futuro esposo quien debía simular que raptaba a su futura esposa; el traslado hecho a la fuerza, la mujer debía gritar como muestra de resistencia. La entrada en el domicilio nuevo había de ser en brazos del futuro marido, por dos motivos: uno, por que él era el dueño de ella, y dos, para que la recién llegada no pisase el recinto sagrado…y 3) la ceremonia religiosa realizándose en el nuevo domicilio, pasando a estar la recién llegada a plena disposición de la nueva familia. Más claro todavía resulta si se ve la fórmula ritual del matrimonio griego:
«- El suegro dice: te entrego mi hija para trabajar y para procrear hijos legítimos.
- – El yerno contesta. La tomo.
- – El suegro: te doy también una dote de tres talentos.
- – El yerno: lo recibo también con placer».
(En todo ello,… la mujer, recatada y cabizbaja, no dice ni pío…)
La herencia, en el caso igualmente de Grecia y Roma, era para los hijos. El derecho a rechazar al cónyuge, en caso de adulterio, era del marido que podia -o casi mejor, debía- matar al culpable y no perdonarle. Prácticamente en los mismos términos se pronunciaba el código de Napoleón.
Podría darse un repaso a otros aspectos en los que destaca la marginación eterna de las mujeres: «hogar de impureza» (menstruación…en ambientes campesinos, en Galicia y seguro que otros lares también, las mujeres no podían ir al campo ya que estando con la regla si algún pelo suyo caía a la tierra se convertía en serpiente…testimonio oído en el siglo XX), la mujer siempre juega el papel de tentadora, y encerrada, por tanto, en tareas domésticas, para evitar su excesiva presencia en el ámbito público,…Los derechos por línea paterna irían por el mismo lindero de dominación masculina…
Tras este desordenado rastreo…vamos a los libros sagrados antes anunciados:
Biblia/Torá
« Cuando Dios es el jefe del hombre, el hombre es el jefe de la mujer » (San Pablo).
En el origen está la tentación de la segunda creada (Eva), por cierto de una costilla del primero que es hombre (Adán) ¿Cómo no recordar la creación de Atenea, sacada de la cabeza de Zeus?
En la Torá (cinco primeros libros de la Biblia, XIII siglo antes de nuestra era), texto sagardo del judaísmo. «Pueblo elegido» es exhortado por Yaveh a que «crezca y se multiplique»; naturalmente la mujer tiene la función reproductora (tal es su tarea y función y a tal queda reducida su presencia en la colectividad, sin ser humano a parte entera); sin ser esto una invención bíblica, tal texto lo sanciona y lo erige al rango de mandato divino…añadiendo en su primer libro, el «Génesis», el «pecado » y sus nefastas consecuencias: 1) parirás con dolor, y atrayéndote tu esposo 2) él te dominará.
Se lee en el Kohelet (Ecclesiastés): «Lo que encuentro más amargo que la muerte, es la mujer, en cuyo corazón no hay más que trampa y mentiras y cuyos brazos son cadenas».
Oración diaria de los judíos ulltraortodoxos: «Loado sea Dios por no haberme creado mujer ». Los rabinos son , naturalmente, hombres y eso muestra su absoluta superioridad. Estos -ni cortos ni perezosos- han establecido en el Talmud nueve maldiciones con respecto a la mujer, tras la caída del pobrecito Adán: «A la mujer Él envió nueve plagas y la muerte: la pena de la sangre de las reglas y de la virginidad; el fardo del embarazo; el sufrimiento del parto; la carga de educar a los niños; su cabeza ha de ir cubierta como si estuviese de luto; debe agujerearse las orejas como una esclava de por vida, que sirve a su dueño; no tiene solvencia como testigo; y después de todo esto: la muerte ».
«¡Sé madre y cállate! »(entre los judíos ortodoxos, si una mujer no se queda preñada puede ser rechazada y reemplazada por su dueño, el marido; a la inversa…¡ni pa flores! )
En el Deuteronomio se lee: «Una mujer no debe llevar ropa de hombre, ni un hombre vestirse con ropa de mujer; pues el Eterno, tu Dios, se horroriza ante cualquiera que actúe así ».
Tertuliano, padre de la Iglesia: «La sentencia de Dios sobre este sexo perdura todavía en nuestro días. Y bien, sí, que siga en pie, pues es preciso que este crimen permanezca como un oprobio eterno. ¡Oh mujer! Eres la puerta por la que el demonio ha entrado en el mundo; has descubierto el árbol la primera; has infringido la ley divina; eres tú quien ha seducido a quien el demonio no ha tenido el coraje de atacar directamente; has roto sin esfuerzo al hombre».
Innumerables podrían ser las citas de un misógino de tomo y lomo, como San Pablo: «El hombre no debe cubrirse la cabeza; porque es la imagen y la gloria de Dios; en cuanto a la mujer, ella es la gloria del hombre. No es el hombre, en efecto, quien ha sido sacado de la mujer, sino la mujer del hombre; y no es el hombre, claro está, quien ha sido creado para la mujer, sino la mujer para el hombre. He ahí por qué la mujer debe llevar sobre la cabeza un signo de sujeción »(¡Toma «Corintios»!).
Más «Corintios»: «Que las mujeres se callen en las asambleas, pues no les está permitido tomar la palabra; que se mantengan en la sumisión, según lo indica la misma Ley. Si quieren instruirse hasta cierto punto, que pregunten a su marido en casa; pues no es conveniente que una mujer hable en una asamblea».
Y en su «epístola a Timoteo », dice: «Durante la instrucción, la mujer debe guardar silencio, absolutamente sumisa. No permito a la mujer enseñar ni hacer la ley del hombre. Que guarde silencio. Es Adán, en efecto, quien fue creado primero, Eva a continuación ». Y así…ad infinitum.
Corán (Islam)
Alí, yerno de Muhammad –Mahoma-y primer imán chíita sentenciaba : «Dios dividió el deseo sexual en diez partes, y de ellas dio nueve a las mujeres ».
El Corán(XXIV): «Di a las creyentes que bajen los ojos, oculten sus partes y no muestren sus adornos más que en lo que se ve. ¡Cubran su seno con el velo! ».
En el mismo lugar(XXX):« Entre sus leyes está la que creó, sacándolas de vosotros mismos, esposas para que en ellas reposaseis ».
En estos tiempos espectaculares de burkas, apedreamientos, talibanes, madrasas, etc. el Islam queda completamente estigmatizado…dicho lo cual, no parece que su libro sagrado(612-632, aproximadamente) sea más sexista que los precedentes, se puede observar la preocupación de Mahoma por aminorar las injusticias cometidas con las mujeres, los deberes masculinos para con ellas,…al tiempo que no se corta, tampoco, ni un pelo a la hora de prescribir cosas de este pelo: «Aquellas de las que podáis temer la desobediencia, desplazarlas a camas aparte, golpeadlas, pero desde el momento en que ellas os obedezcan, no volváis sobre el tema »(surata IV, “Las mujeres”).
Concluida la escritura de estas líneas y leyendo el ultimo libro del esloveno Slavoj Zizek ( «Problemas en el paraíso. Del fin de la historia al fin del capitalismo ». Anagrama) no puedo resistirme a transcribir lo que leo en su página 87: « El 3 de diciembre de 2013, el periódico israelí Haaretz informa de que unas “ patrullas del recato” ultraortodoxas y no oficiales solían vender unas gafas con unas pegatinas especiales en la lente que volvía la imagen borrosa: las gafas permitían una vision clara hasta pocos metros, lo suficiente para no entorpecer el movimiento, pero más allá todo se desdibujaba…, incluyendo las mujeres. De manera parecida , podemos imaginar a unos sionistas agresivos vendiendo gafas que de algún modo vuelven borrosos a los palestinos y sus edificios, de manera que uno puede ver la Tierra Santa tal como debería haber sido ».
N.B.: en la tertulia que dirijo desde hace una decena de años- primero en Arteleku y en la actualidad en la donostiarra biblioteca municipal de Intxaurrondo, este año el tema que nos va a ocupar es tratar es de “ Literatura escrita por mujeres “ ; he ahí el programa:
LITERATURA ESCRITA POR MUJERES
<< Cuando trabajo no me planteo la cuestión de lo que significa tener una sensibilidad femenina …Apuntar hacia ciertas feminizaciones del arte es un craso error de las mujeres. Creándose esta especificidad, limitan el mismo alcance de sus propósitos >>
( Marguerite Duras )
<< No en menor medida que Nathalie Sarraute desprecio figurar en la rúbrica “ escritura femenina”. No hay división de la literatura que diga “ escritura masculina”, es decir relacionada con el sexo biológico o con el género masculino. Hablar de escritura femenina, es de facto establecer la diferencia sexual -y no solamente para las mujeres – como una determinación mayor a la vez de creación y de recepción: una literatura de mujer para las mujeres>>
( Annie Ernaux )
La propuesta de este curso, 2016-2017, quizá se deje llevar por cierto espíritu compensatorio ante la escasa presencia de féminas en las chandas anteriores, impulsada más, desde luego, que por cualquier apuesta en pro de la particularidad de la escritura realizada por mujeres; el tema ha dado mucho que hablar y discutir, y lo que te rondaré morena. No es mi intención entrar en el asunto; eso sí, se ha de tener en cuenta que si el otro decía que la mujer es la mitad del cielo, esto no se refleja de ninguna de las maneras en el terreno de la escritura, nada digamos en otros como los de la ciencia o de la filosofía, por ejemplo, en donde la presencia femenina brilla por su casi total ausencia. En esto, a falta de mayores honduras, me dejo llevar por la idea de que hay humanos que escriben bien, siendo grandes escritores, otros menos grandes, y los de más allá menores o malos; y entre ellos hay mujeres y hombres; lo dicho no quita para señalar-como subrayaba recientemente, una mujer que escribe, bien por cierto, Marta Sanz – que « frente al elogio de la imaginación y las ficciones, casi toda la literatura es una forma de autobiografía. Cada una de nuestras ficciones es una máscara que nos desnuda. Mi segunda intemperie me expone por el hecho biológico y cultural de que soy una escritora»…vamos que cada cual escribe desde donde vive, y desde donde le duele el callo; huyendo obviamente de los estereotipos que harían hincapié en las diferencias abismales entre la mirada, y la sensibilidad, femenina y la masculina, lo cual empujaría hacia un encasillamiento temático que balancearía entre la permanente búsqueda del príncipe azul y el abundantón don juan de turno o entre los trapitos y el rimel y las hazañas bélicas, y demás mandangas. Tras lo dicho, me da por suponer que nadie osará poner en duda la categoría de las que he seleccionado, siempre teniendo en cuenta que se podrían, y pueden, elegir otras muchas; he apostado por aquellas que entre otras cosas, además de poder considerárseles grandes escritoras, por la diferencia entre ellas, lo que hace que la variedad temática pueda aflorar en la tertulia, tras varias chandas que han tenido, cada una de ellas, habitualmente unidad temática y tonos trágicos prácticamente todas..
Sin buscar ningún posicionamiento entre los polos de igualdad y diferencia, y sus corrientes presentes en los estudios y debates sobre el tema, reitero, que mi propuesta pretende, por un parte, compensar la escasez de féminas en los ciclos anteriores, además de hacer la chanda más variada y “ligera” ( que nadie entienda el término como sinónimo de banalidad, superficialidad o frivolidad .)
+ Día 20 octubre
Doris Lessing, « El cuaderno dorado »
+ Día 17 noviembre
Virginia Woolf, « Al faro »
+ 15 diciembre
Toni Morrison, « Beloved »
+ 12 de enero
Sylvia Plath, « La campana de cristal »
+ 16 febrero
Patricia Highsmith, « El diario de Edith »
+ 16 marzo
Natalia Ginzburg, « Todos nuestros ayeres »
+ 20 abril
Nadine Gordimer, « Mejor hoy que mañana »
+ 18 mayo
Marguerite Yourcenar, « Opus nigrum »
SUPLENTES
[ En caso de que surgiese algún problema a la hora de conseguir alguno de los libros propuestos]
Christa Wolf, « Casandra »
Siri Husvedt, « Todo cuanto amé »
Elena Poniatowska, « Leonora »
Clarice Lispector, « La hora de la estrella »
Carson McCullers, « Reflejos en un ojo dorado »;
Flannery O´Connor, « Sangre Sabia »
Simone de Beauvoir, « Memorias de una joven formal »
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A las siete de la tarde
Eran las siete en punto de la tarde
De ayer
Cuando se celebró la primera: sesión del curso
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